¿Por qué dicen que no se puede preguntar por La Dolores?
¿Siempre que pasas por Calatayud te dicen eso de «cuidado no vayas a preguntar por La Dolores»? Entonces deberías leer esto.
Desde el surgimiento de la copla a mediados del siglo XIX y el cambio de sentido de la palabra «favores», Calatayud fue objeto de burla de otros pueblos y vecinos con la intención de meter el dedo en la llaga ante cualquier disputa personal. La fama de La Dolores fue denostándose rápidamente hasta adquirir un sentido sinónimo al de «prostituta», uso que poco a poco fue salpicando incluso a todas las muchachas jóvenes de Calatayud.
Durante años se ha preguntado por La Dolores con segundas intenciones, hecho que es lógico que molestase a los propios bilbilitanos al saber que su ciudad era conocida por los rumores acerca de una muchacha con una vida no muy católica, infundados por una copla a la que le se le había cambiado el sentido.
Pese a defender la figura de La Dolores y a la mujer bilbilitana en general, a los ciudadanos no les sentaba bien que les preguntasen por La Dolores, para así evitar entrar en trifulcas sobre cuál era realmente la verdadera historia y obviar lo que esos rumores decían.
Hoy en día no nos molesta que nos pregunten por ella, así que tranquilo, puedes y debes hacerlo si no quieres perderte los detalles tan curiosos acerca de la leyenda y toda la parte buena que un simple rumor a través de una copla consiguió.